Una crítica a la tala indiscriminada de árboles en los bosques, unas veces para construir macrourbanizaciones otras veces para hacer carreteras innecesarias, ...
Me viene a la cabeza cuando de pequeños plantamos árboles al lado del colegio. Les pusimos nombres y todo. El mío se llamaba Butragueño. Hace tres o cuatro años, Butragueño pasó a mejor vida, cuando se abrió una calle en el lugar donde estaba creciendo.
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