EL AÑO DEL CINTURÓN

Si estuviesemos en China y no en la Españistán de Aleix Saló, entraríamos en el año nuevo de la rata, del conejo o del mono. Pero en este caso, vamos a entrar en el nuevo año del cinturón y da la sensación, viendo las noticias de la tele, conforme vaya pasando el año el cinturón se nos irá haciendo pequeño y tendremos que hacerle más agujeros nuevos y el cinturón nos apretará y nos apretará y nos apretará. Sólo nos vale resignarnos, poner nuestro granito de mejora y esperar a que estas apreturas empiecen a reducirse al final del año o a principios del siguiente. Y quién sabe, si de aquí cinco o seis años, después de que nuestros dirigentes se dén cuenta de que no vivimos en los mundos de Yupi (no somos lo que eramos, si no somos lo que somos), podamos hablar del nuevo año del sayo. ¡¡O-JA-LA!!