Hay veces que la inspiración viene por si sola. Otras veces, en la observación de la realidad uno escoge las cosas que le llaman la atención. Y por último, alguién dice algo gracioso, y se enciende la luz, lo transformas y haces un chiste, o directamente como es el caso, alguién te dice algo original y con permiso, lo atrapas y lo conviertes en viñeta. Ese alguién, en este caso, es mi compañero de trabajo Ximo. Gran chiste.
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